Una prueba nuclear fallida que terminó en una explosión y causó al menos siete muertos el pasado jueves en el Ártico disparó las preguntas sobre el arma con el que Rusia estaba experimentando. La agencia nuclear estatal rusa, Rosatom, reconoció que los cinco ingenieros nucleares empleados por la compañía que fallecieron y otros tres que resultaron heridos estaban probando un motor nuclear. Además, el Ministerio de Defensa confirmó que dos militares murieron en el mismo suceso "como consecuencia de la explosión del motor experimental de combustible líquido".